¿Qué es el CMI?

El Cuadro de Mando Integral es la presentación de una serie de indicadores que miden el grado de consecución de los objetivos estratégicos y operativos de la empresa en su conjunto. El más conocido es el modelo de Norton y Kaplan.

¿Para qué sirve el CMI?

El Cuadro de Mando Integral es un sistema que sirve de soporte al seguimiento de la actividad de la empresa desde el punto de vista de la estrategia.

La mayoría de empresas grandes y medianas tienen muy claro que necesitan tener definida la estrategia, pero para otras no lo es tanto. A veces, puede parecer que pararse a pensar a dónde queremos dirigir nuestros esfuerzos y de qué manera, con una mínima garantía de éxito sea una pérdida de tiempo, sin embargo, es más bien lo contrario, puede ahorrarnos mucho tiempo, dinero y esfuerzo.

¿Por qué es necesario el CMI?

Si partimos de la base de que cualquier empresa debería empezar, antes incluso de ir al notario, por definir su estrategia, es decir, redactar el plan estratégico, entonces deberemos aceptar que necesitaremos hacer un seguimiento del mismo y no dejarlo en un cajón hasta más ver. De otro modo, nada de lo anterior habrá tenido sentido.

Por lo tanto, disponer de un sistema que nos permita hacer su seguimiento es bastante más que recomendable. Otra cuestión es si este sistema puede ser manual o automatizado. Como en todo, dependerá de la relación coste/beneficio. Si valoramos el tiempo y la fiabilidad de los datos de un sistema manual, los números mostrarán un punto de inflexión donde empezará a ser rentable el uso de un sistema de Business Intelligence (BI) que incluya el CMI.

¿Qué aportan los sistemas de BI al CMI?

Algo tan importante como la automatización del seguimiento de los objetivos estratégicos, mediante la medición del grado de consecución de los mismos. Por lo tanto, supone un ahorro en la recopilación de la información que se necesita, la fiabilidad en los resultados y reducción de los tiempos de respuesta para tomar decisiones.

¿Qué pasos son necesarios para implantar un CMI?

Aunque ya tengamos la visión de dónde queremos llegar, qué aportamos al mercado de forma diferenciada y competitiva y cómo, ésto sólo es un primer paso para implantar el cuadro de mando integral de un sistema de BI.

El siguiente paso es identificar las fuentes de datos, es decir, saber en qué sistemas están contenidos los datos de donde extraeremos la información que se utilizará en el CMI. Estos sistemas son los ERP’s, CRM’s, HRM’s, etc.

A continuación, se trata de hacer un análisis de las necesidades de información a partir de la cadena de valor. La cadena de valor es aquella en la que se identifican el conjunto de actividades que generan valor añadido en la empresa.

A partir de los resultados de la reflexión llevada a cabo en el plan estratégico y las necesidades de información detectadas a lo largo de la cadena de valor, podremos definir el conjunto de objetivos estratégicos.

Se empieza por los objetivos de tipo financiero, le siguen los objetivos de la perspectiva del cliente, los de procesos y finalmente, los de crecimiento y aprendizaje por este orden. El número total de objetivos recomendable es de aproximadamente 10 o 12 en total, de otro modo serían muy difíciles de gestionar. Por mucho que los objetivos puedan parecer la carta a los reyes, es mejor no pasarse e ir cambiándolos a medida que se van consiguiendo unos para hacer énfasis en otros, dependiendo de cómo evoluciona el mercado y la empresa.

Con el conjunto de objetivos se plasma en el mapa estratégico:

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