Las principales ventajas que aportan los sistemas de BI frente a otros substitutivos son: aportan una imagen única y agrupada, ahorran tiempo y mejoran la productividad de las personas destinadas a hacer informes; se evitan los errores humanos derivados de una elaboración manual de informes; mejora la calidad de los datos y la necesidad de alimentar los sistemas pues, ahora sí, devuelven conocimiento por esfuerzo; y las decisiones son del todo fiables porque están basadas en hechos reales.

Las ventajas en relación a los sistemas de BI en sí mismos son: alinean a toda la organización con una estrategia común, permiten implicar a todas las personas según su grado de participación en los resultados empresariales; facilita la comunicación y la coordinación entre toda la organización en relación a la evolución y la consecución de los objetivos; acortan los tiempos de reacción y de toma de decisiones; mejoran la productividad y la eficacia en general; y en definitiva, mejoran los resultados empresariales.