Hace unos días cayó en mis manos un estudio sobre los requerimientos que las empresas tiene respecto de los ERPs.

Una de las preguntas que se hacía a los responsables de las empresas era relativa a la importancia de diferentes características que debería tener el ERP que contrataran. De manera que para cada característica el entrevistado debía elegir entre Imprescindible, Importante y Deseable.

El resultado de la encuesta se ilustraba con el siguiente gráfico. (clic sobre el gráfico para ampliarlo)

Se supone que el gráfico ha de responder a preguntas del tipo:

  • ¿Qué característica es la más solicitada?,
  • ¿Qué características ha de tener obligatoriamente un ERP? o incluso,
  • ¿Qué es preferible, el planeamiento de la producción o el control de proyectos?

Desde mi punto de vista, este gráfico difícilmente puede responder ese tipo de preguntas. Sin embargo, con unos sencillos retoques podemos conseguir que el gráfico proporcione mucha más información.

La importancia del orden de las series

El primer aspecto que influye en la legibilidad del gráfico es el orden de las series. En concreto, la información que aparece en primer lugar corresponde al porcentaje de personas que no han contestado a la pregunta.

Esto implica que dicha serie se convierte en la más fácil de comparar entre categorías y, por consiguiente, implica que el resto pase a ser difícilmente comparable.

Si tenemos en cuenta el tipo de preguntas a las que queremos contestar, un orden más lógico sería poner las series según el valor de la respuesta.

 

Con este simple cambio, el gráfico empieza a mostrar cuales son las categorías que prefieren los usuarios de ERP.

La importancia del orden de las características

Ahora ya podemos ver en el gráfico que características son más importantes, pero todavía cuesta ver cual es la preferencia real en determinadas categorías como por ejemplo Business Intelligence o Control de la producción.

Esto es realmente fácil de solucionar, simplemente se han de ordenar las categorías (argumentos en lenguaje técnico) en función del valor que representan.

Y en este sentido podríamos optar por dos versiones. La primera estimar que la importancia de la característica incluye tanto las respuestas que la definen como imprescindible, como las que la consideran importante.

O bien que la categoría más importante viene determinada por el número de usuarios que la consideran simplemente imprescindible.

La elección de una u otra va a depender de donde queramos poner el acento porque, como se puede apreciar en las imágenes, la vista se «concentra» instintivamente en la serie ordenada.

Los colores

Finalmente, para enfatizar más el mensaje podemos elegir colores que también informen.

El tema de los colores es muy importante pues según la paleta que elijamos, más que costar leer el gráfico, va a costar mirarlo (y no lo digo por el del ejemplo en concreto).

Para ello, en lugar de elegir arbitrariamente los colores, podemos elegir un color y jugar con las tonalidades para determinar el peso o el valor de la información.

En este primer caso, mediante el contraste de tonos, indicamos como relevantes las características que estén entre las consideradas imprescindibles e importantes.

Sin embargo, en el segundo caso, de nuevo el contraste, enfatiza que lo relevante es aquello que los clientes consideran imprescindible.